Algunos de nosotros, que hemos pasado de los 40 años, todavía recordamos aquellos relojes que tenías que darle cuerda. Aquellos despertares estridentes de aquellas campanillas que resonaban de madrugada y te levantabas con el corazón a cien.
Hoy con la electrónica, los relojes mecánicos de cuerda han quedado en el olvido. Algunos les llaman "relojes analógicos", por la falsa creencia de llamar "digital" a cualquier cosa que funcione a pilas y "analógico" a algo que queda obsoleto.
Los relojeros les llaman relojes de carga manual. Y para mi serán siempre en mi memoria "relojes de cuerda".
Los relojeros les llaman relojes de carga manual. Y para mi serán siempre en mi memoria "relojes de cuerda".
Pero podemos darle un lugar que se merecen estos entrañables objetos, hoy considerados como objeto de anticuario, auténticas antiguedades y piezas de museo.En cualquier rincón que queden ubicados evocan el recuerdo de lo que fueron.